Hoy en día, tecnología y empleo van de la mano y han ayudado al ser humano a mejorar su calidad de vida, sobre todo, gracias a los ordenadores e Internet. Ambos dispositivos son y han sido clave para que el trabajo sea realizado de una forma más eficiente y menos pesada, comparada con el pasado.
Lo bueno de este desarrollo tecnológico es la interconexión entre personas que permite la comunicación entre seres humanos, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia.
La penetración de la telefonía móvil ha unido al mundo. En la actualidad, es rara la persona que no tiene un teléfono con el que pueda consultar su correo. ¿Quién no usa el móvil para buscar trabajo? La tecnología ha reducido puestos de trabajo, pero también ha abierto nuevas posibilidades y formas de trabajo a distancia, como diagnósticos médicos por Internet, teletrabajo, etc. El teletrabajo es un gran avance y muchas compañías han optado por permitir trabajar desde casa, lo que ayuda a conciliar la vida laboral y familiar.
Otro ejemplo es la formación online, caso de los cursos MOOC, Masivos, Online y Abiertos. Son cursos gratuitos dirigidos a emprendedores o trabajadores con poco tiempo y solo se necesita un ordenador con conexión a Internet. Incluso, la jubilación ya es distinta con la tecnología. El Internet de las Cosas puede ayudar al jubilado en su día a día, monitorizar, avisarle de su medicación, etc. Las tecnologías autónomas permitirán al pensionista conducir por más tiempo, las redes sociales nos comunican con nuestros seres queridos, etc. Hoy en día, una carrera laboral puede acabar, pero no significa que el trabajo termine. La flexibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías permite libertad al poder trabajar a distancia. Tecnología y empleo no son enemigos, sino aliados.
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