Dos profesores de la University of British Coumbia y de Harvard publicaron el verano pasado Happy Money: The Science of Smarter Spending (Dinero feliz: la ciencia de gastar con inteligencia). Basándose en la investigación sobre las ventajas de retrasar la gratificación en la vida cotidiana, presentan un libro ameno y sencillo destilando principios que cualquiera, desde el reciente ganador de una gran cantidad de dinero en la lotería a quien viva del salario mínimo, puede aplicar para orientar su economía hacia lo que, en realidad, todos buscamos: la felicidad.
Que el dinero no traiga la felicidad (aunque ayude mucho) depende básicamente de la sabiduría con que sepamos invertirlo en el momento o en el futuro. Elizabeth Dunn y Michael Norton sugieren que una de las claves está en siempre pagar en el momento por todo (lo que implica además no adquirir deudas) y en las cosas que adquirimos. Básicamente apuntan lo siguiente:
El dinero es una dimensión más de nuestro camino vital. Cómo invertirlo según lo adquirimos tiene un impacto similar al tipo de pareja que elijamos tener (o incluso si decidimos tenerla), elegir formar una familia o el lugar donde decidamos asentarnos. Es por ello que resultar importante concienciarse de la importancia de entender su impacto en nuestra vida.
Vía | Guru’s Blog
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