Según los datos publicado por el Instituto Nacional de Estadística, el ahorro en España es un pequeño lujo que solo se pueden permitir unos pocos. Concretamente, las cifras apuntan a que de cada 100 euros que quedan íntegros en los hogares, solo 6,5 euros acaban en instrumentos de ahorro como planes, depósitos, fondos de pensión, etc. Debido a la precariedad laboral y el paro es difícil planificar las finanzas personales; solo cuatro de cada diez españoles consiguen destinar algo de dinero al ahorro.
Por otra parte, enero suele ser un mes de reflexión. Con la llegada de un nuevo año volvemos a encontrarnos con los propósitos, y uno de los más repetidos es el ahorro. Ya conocemos las estrategias más habituales como planificar nuestros ingresos y gastos, establecer un presupuesto en función de categorías, hacer uso de aplicaciones móviles, comparar precios continuamente, etc. Sin embargo, además de estos trucos, existen otros que guardan relación con la psicología y que nos ayudarán a incrementar nuestros ahorros todavía más.
La psicología del dinero
Aunque el ser capaces de gestionar nuestra economía, pagar deudas y ahorrar mensualmente una cantidad de dinero requiere de unos pequeños conocimientos financieros y consejos matemáticos, la verdad es que durante años distintas investigaciones relacionan el papel que juega lo psicológico con el dinero.
Si realmente quieres mejorar tus finanzas deberás analizar también qué sientes al gastar el dinero, ya que es habitual encontrar una relación placentera (o dolorosa) detrás de tus compras. Una sensación usual a la hora de adquirir algo es pensar “me lo merezco”, como si el dinero fuese la recompensa por un trabajo duro. Todo para cumplir con el placer momentáneo.
Otras personas gastan dinero para reemplazar un sentimiento, del presente o del pasado. Por ejemplo, aquellos con baja autoestima o que fueron señalados en el pasado con calificativos sobre su físico suelen gastarse más dinero en ropa de marca y productos estéticos para “compensar” su mente y así sentirse más aceptados. Si crees que podría ocurrirte alguno de estos casos, responde con sinceridad a las siguientes cuestiones:
- ¿En qué me gusta gastar el dinero?
- ¿Planifico mis compras para satisfacer unas necesidades básicas o por caprichos?
- ¿Qué sensaciones siento al realizar la compra?
5 consejos para gestionar nuestra mente y economía
- Acaba con el pensamiento de “me lo merezco porque he trabajado duro” a la hora de realizar una compra. Para ello, no pienses en dinero sino en horas de trabajo. De esta manera, podrás valorar si realmente una compra es necesaria.
- Forma vínculos emocionales a largo plazo. Como ya hemos visto, gastar dinero a corto plazo nos genera pico de felicidad y placer momentáneo que no sucede al pensar en lo aburrido que es ahorrar. Cambia esta mentalidad formando vínculos emocionales más fuertes con tus metas financieras. Si tienes un objetivo en el ahorro, podrás imaginar cómo te sentirás al conseguirlo, sumando el sentimiento del orgullo y la constancia.
- Utiliza billetes de mayor valor. Matemáticamente lo mismo es un billete de 50 euros que cinco de 10. Sin embargo, psicológicamente nos puede costar más pagar con uno de 50 que con billetes de menor valor.
- Aprender del arrepentimiento. Es posible que al realizar una compra te visite la culpabilidad. Ese es el momento ideal de escribir en un papel o en tu móvil cómo te sientes y leer el documento antes de realizar otra compra. También puedes optar por realizar una lista de pros y contras antes de tomar la decisión de adquirir algo y este listado te ayudará a pensar de manera racional, evitando arrepentimientos en el futuro.
- Entiende cómo funciona tu mente. Si has respondido a las preguntas del punto anterior, habrás podido identificar cómo te sientes al realizar una compra y cómo tu mente juega un papel importante en tus ahorros. Lo mejor es que te conozcas a ti mismo y sepas cuáles son tus debilidades a la hora de comprar, para así poder combatirlas y controlarlas.
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