La vuelta de los niños al curso escolar siempre supone un gasto extra que afrontar. Afortunadamente, con un poco de planificación, es posible aprovechar todo tipo de ayudas o reutilizar varios recursos disponibles. A fin de cuentas, cuando algo sucede todos los años, es posible aprender a prevenir sus efectos.
Estos son algunos de los gastos más frecuentes y posibles soluciones para hacerlos más llevaderos:
· Libros de texto: Las comunidades autónomas ofrecen ayudas a la adquisición de libros de texto a los alumnos de primaria y secundaria matriculados en sus centros educativos, por lo general en función de la renta familiar. Conviene consultar en las webs de cada gobierno autonómico (Ceuta y Melilla dispones de ayudas directas del Estado) para más detalles. A pesar de que las ayudas fueron reducidas en un 40 por ciento hace un par de años, algunas comunidades, como Andalucía, han creado bancos de préstamo de libros para que sean reutilizados por otros estudiantes al año siguiente. Por otra parte, las pequeñas librerías suelen tener buenas ofertas en libros de texto. Conviene siempre compara precios y no dejarnos llevar por las ofertas de las grandes superficies. También es posible comprarlos por Internet. Según la OCU, las diferencias de precio pueden llegar al 25 por ciento.
· Ropa, calzado y uniformes: Si el centro lo permite, comprar los componentes del uniforme fuera de la tienda oficial suele arrojar mejores precios. Por otra parte, en general, conviene comprar las prendas algo holgadas, de modo que puedan servir a lo largo del año a pesar del crecimiento. Dobladillos y rodilleras son grandes métodos para preservar la ropa, así como etiquetarla para evitar pérdidas. El calzado, eso sí, ha de ser el adecuado, pero unos zapatos de calidad, bien cuidados, pueden durar mucho tiempo.
· Material escolar: Antes de hacer la compra, conviene revisar lo que haya disponible en casa. Cada año suele sobrar bastante material reutilizable. Una lista precisa de lo que nuestro hijo vaya a necesitar nos ayudará a ahorrar. En general, conviene desconfiar de los créditos rápidos al consumo. A la larga, nos salen bastante más caros.
Finalmente, a la hora de hacer la compra, es mejor dejar a los niños en casa después de haber confeccionado la lista con ellos.
Además, las actividades extraescolares que nos ofrecen los ayuntamientos pueden garantizar una buena vida educativa y social fuera del colegio para nuestro hijo.
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