Adrenalina a flor de piel, aire puro y sensación de libertad, son algunos de los aspectos que todo esquiador y amante del esquí destaca de este deporte. Con la llegada de los meses invernales, vuelve a dar comienzo la temporada de esquí y snowboard y las tablas y esquís vuelven a tomar protagonismo. La práctica del esquí, así como el snowboard, ofrece múltiples beneficios para la salud, por lo que, tanto si eres esquiador profesional, o ‘amateur’, esta entrada te interesa.
Practicar esquí resulta una actividad realmente atractiva, puesto que supone disfrutar de momentos junto a familiares o amigos desplazándonos a montañas llenas de nieve. Asimismo, esquiar proporciona beneficios para nuestro bienestar mental, ya que combate la ansiedad, el estrés y la tensión acumulada en nuestro día a día gracias a la liberación de ciertas hormonas. Al esquiar, liberamos serotonina, la cual nos proporciona un mejor estado de ánimo y sensación de calma; endorfinas, hormonas que nos producen felicidad y euforia tras un entrenamiento y calman sentimientos de dolor; y por supuesto, adrenalina gracias a la velocidad y altura, algo que nos ayuda a combatir el malestar mental. Dicho esto, la práctica de esquí y snowboard supone un remedio natural para los largos días de estrés en el trabajo.
Continuando con los beneficios que aporta la práctica de esquí, deslizarnos por las pistas de nieve mejora el funcionamiento de nuestro sistema respiratorio y cardiovascular, puesto que realizamos un deporte aeróbico en entornos naturales y por tanto nuestra capacidad respiratoria y oxigenación de la sangre se ven aumentadas.
Más allá de las ventajas a nivel cardiovascular y respiratorio, esquiar mejora nuestra resistencia física y tonifica los músculos implicados, como, por ejemplo:
- ‘Core’ y zona abdominal. La musculatura abdominal y lumbar ejercen una función estabilizadora; son el eje de todos los movimientos, por lo que la práctica de esquí refuerza y tonifica dichas zonas para adquirir una mayor resistencia.
- Glúteos. Al igual que el ‘core’ y zona abdominal mantienen el equilibrio del cuerpo, los músculos de los glúteos son tonificados mediante la realización de giros durante la práctica deportiva.
- Tren inferior. Los cuádriceps, músculos isquiotibiales, aductores, abductores y gemelos son los músculos del tren inferior implicados a la hora de esquiar y que sin duda se ven beneficiados y tonificados por el esquí.
Debemos tener presente además que, más allá de mejorar nuestra salud mental y salud física, mediante la tonificación de nuestros músculos, el esquí nos proporciona una mejora en agilidad corporal, equilibrio, coordinación y concentración, aspectos que pueden ser aplicados a nuestro día a día, como es el caso de la concentración y la capacidad de atención.
Por último, es conveniente mencionar que, como en todo deporte, existe una serie de contraindicaciones para esquiar, puesto que no es una actividad destinada a todos los grupos de personas. Por ejemplo, quienes tienen problemas de hipertensión arterial deben tener en cuenta que la altitud de las pistas de esquí puede elevar la presión arterial, personas con problemas cardíacos, mujeres embarazadas o aquellos que tengan problemas de articulaciones. De todas formas, lo más recomendable pasa por acudir a nuestro médico de confianza, quien valorará si nuestro estado de salud es óptimo para esquiar.
La vía para practicar esquí de manera segura
Como todo deporte, esquiar conlleva ciertos riesgos que pueden afectar tanto a esquiadores frecuentes, como principiantes. Es por ello que, para obtener una experiencia completa a la hora de esquiar, recomendamos hacerse con el Seguro de Viaje de Esquí y Snow de PSN para obtener coberturas más allá de la asistencia médica, como los gastos de anulación del viaje, pérdida de equipaje o asegurar el alojamiento.
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