Otro golpe a los planes de pensiones. Si hace unas semanas conocíamos que los límites que permitían reducir la factura fiscal se reducirán en 2015, ahora surge un nuevo ataque a la fiscalidad de estos instrumentos. En la reforma fiscal que se comenzará a aplicarse el próximo 1 de enero y que acaba de pasar el trámite parlamentario se incluye una medida que no se había mencionada hasta ahora, es más, se había negado: la rebaja de la exención del 40% para las aportaciones a planes de pensiones anteriores a 2006.
La reforma fiscal del año 2006 supuso un duro golpe para estos instrumentos de ahorro para la jubilación. Como contrapartida, se aprobó un régimen transitorio para las aportaciones realizadas antes de dicha reforma no tuvieran que tributar por completo en el momento de su rescate. Así, se fijó un coeficiente de exención del 40% que ahora, con nocturnidad, se reduce al 30%.
El argumento del Gobierno para modificar la normativa es que el incremento de los mínimos personales y familiares, junto a la anunciada rebaja de los tipos impositivos, hará que la medida no suponga pérdida alguna para los más de 9 millones de partícipes que se verán afectados.
Lo que parece claro nuevamente es que la fiscalidad de los planes de pensiones y del ahorro a largo plazo en general, no recibe el necesario impulso que los expertos reclaman para apoyar la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Muy al contrario, las últimas medidas parecen querer más desincentivar su contratación que impulsarla.
Vía| El Confidencial
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