Dar el paso y contraer matrimonio es una de las decisiones más importantes de aquellas parejas que deciden unir sus vidas. No solo supone una elección importante, si no que casarse también es momento de celebración memorable. Sin embargo, existe una serie de aspectos financieros que toda persona que vaya a contraer matrimonio debe tener en cuenta y que resumimos en esta entrada.
Ya sea a través de un matrimonio civil o religioso, los pasos burocráticos previos a una boda requieren de múltiples documentos, certificados y formularios. A la hora de hablar de los trámites económicos y financieros, nos encontramos ante los siguientes factores a considerar.
Comenzando por el nivel de ingresos, es importante conocer la capacidad de ahorro y metas financieras con las que cuenta la otra persona. Por ejemplo, si uno de los dos miembros cuenta con un patrimonio mayor, o recibe ingresos superiores mensualmente, compartir dicha información resulta imprescindible a la hora de elaborar presupuestos en conjunto, realizar proyectos comunes y, en definitiva, buscar los caminos adecuados para obtener un beneficio mutuo. No debemos olvidar que el ahorro y la inversión deben estar presentes en esta etapa de la vida, ya que se trata de construir un proyecto de presente y futuro. Es aquí donde tienen cabida las diferentes herramientas de ahorro que permitirán asegurar los ingresos del día de mañana.
Una vez se conoce la situación financiera de cada uno de los cónyuges, el siguiente paso será hablar y tramitar el régimen económico al que estará sujeto el matrimonio, puesto que será clave a la hora de regular los efectos patrimoniales en caso de que el amor llegue a su fin y el matrimonio se disuelva. Actualmente nos encontramos ante tres tipos de regímenes matrimoniales: el régimen de gananciales, de separación de bienes y de participación.
De manera resumida, el régimen de gananciales consiste en hacer comunes las ganancias que se produzcan entre los cónyuges a partir del matrimonio, excepto los bienes privativos; el régimen de separación de bienes permite a los cónyuges adoptar independencia económica entre ambos, es decir, cada uno de los cónyuges tiene su propio patrimonio y pueden responder únicamente de sus bienes; en el caso del régimen de participación, se trata de un régimen menos conocido que mezcla aspectos de los dos anteriores.
En España, el régimen de gananciales supone el régimen económico matrimonial común, excepto en Comunidades como Cataluña, Aragón, Navarra, Islas Baleares y País Vasco, donde se aplican algunas variaciones o es directamente el de separación de bienes. Independientemente, pese a no ser una cuestión demasiado “romántica”, supone un aspecto financiero imprescindible previo al matrimonio, puesto que establece las normas por las que se regirá la unión y evita posibles problemas futuros.
Asegurar un futuro
Crear un futuro en común a través del matrimonio conlleva un compromiso para proteger y cuidar uno del otro, así como de los niños en caso de formar una familia. Adaptar las posibles pólizas de seguro existentes a las necesidades y beneficiarios del momento, o hacerse con seguros específicos que protejan económicamente al otro cónyuge es un aspecto financiero esencial. Seguros de vida, seguros de accidentes, seguros de amortización de préstamos, de hogar… PSN cuenta con una amplia cartera de seguros y 90 años de experiencia ofreciendo la cobertura adecuada para garantizar la seguridad económica de las familias y profesionales.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.