Apple, Garmin, Fitbit o Samsung son algunas de las marcas que más fuerte están apostando por una clara tendencia que mezcla salud y tecnología: las pulseras inteligentes. También conocidas como pulseras de actividad, se trata de un complemento que, además de ofrecernos la hora como el reloj más típico, monitoriza nuestro día a día, ofreciéndonos informes de nuestra salud a tiempo real.
Inicialmente estas pulseras de actividad parecían el regalo ideal para cualquier deportista. Con una monitorización de los pasos y de la frecuencia cardíaca, el deportista que la llevase puesta podía saber su estado físico, cuánto tardaba en hacer cierto recorrido y establecer sus propias conclusiones sobre su rendimiento deportivo. Sin embargo, estos wearables también resultan muy útiles para otros grupos de personas, con el foco no tanto en el deporte como tal sino en la propia salud.
¿Qué datos de salud ofrece una pulsera inteligente?
Como apuntamos, las pulseras inteligentes más básicas nos ofrecen una monitorización de los pasos que damos. De esta forma, también podemos recibir notificaciones (en función del modelo) que nos avisan de llevar demasiado tiempo parado. Sin duda, un buen remedio para hacerle frente al sedentarismo.
Además, disponen de un sensor electrónico capaz de medir la frecuencia cardíaca de quien la lleva en su muñeca. Si bien es cierto que no es tan preciso como la máquina de un hospital, sirve como herramienta “casera” para hacernos una idea estimada de nuestras pulsaciones por minuto. Las pulseras más avanzadas son capaces, incluso, de elaborar un electrocardiograma con esta tecnología.
Otra de las característica de la que disponen casi todas las pulseras de actividad es la medición del sueño. Con informes diarios, estas identifican cuándo una persona está dormida y monitorizan la calidad del mismo. Así podríamos detectar apneas del sueño que si no se controlan pueden tener graves consecuencias para nuestra salud.
¿Es posible crear pulseras inteligentes para ciertas enfermedades o grupos de personas? La tendencia apunta hacia una personalización e innovación constante en este campo de salud y tecnología. De esta manera, encontramos proyectos de eHealth como el desarrollo de una pulsera inteligente con capacidad de detectar fibrilación auricular en tiempo real, como método de prevención del ictus.
La startup Liip, creada por jóvenes ingenieros, bioquímicos y pediatras, ha desarrollado una pulsera inteligente para bebés. Esta detecta crisis epilépticas, convulsiones febriles, apneas nocturnas, taquicardias y bronquiolitis, entre otras enfermedades. De esta forma, ofrece todo tipo de información sanitaria sobre los más pequeños del hogar, muy útil no solo para los padres sino para los pediatras.
También las personas mayores pueden disponer de sus pulseras inteligentes con características propias para su edad. La particularidad reside en la posibilidad de avisar a diferentes contactos en situaciones de emergencia. Así los ancianos pueden enviar el aviso de SOS solo pulsando un botón y, gracias al control de movimientos bruscos, por ejemplo, en el mismo mensaje avisará que se trata de una caída.
"El potencial es inmenso", avisaba Daniel Draft, médico y director de Medicina y Neurociencia en Singularity University sobre las aplicaciones móviles y los wearables en la medicina del futuro. Seguimos de cerca el crecimiento del eHealth como plataformas de diagnóstico, conscientes de la importancia que también juega una educación al respecto.
De esta forma, la tecnología se pone una vez más al servicio de la salud y, en este caso, con un alto componente preventivo para evitar problemas o dolencias mayores.
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