null Las afecciones más comunes del verano y cómo prevenirlas

Algunas afecciones e infecciones como la otitis, conjuntivitis, cistitis o las quemaduras solares tienen una mayor prevalencia durante los meses de verano, debido a la exposición al sol, los baños en la playa y en piscinas y los cambios de temperatura. En un año en el que debemos evitar contactos, extremar la higiene de manos y todas las precauciones para prevenir la propagación del COVID-19, compartimos las características y las formas de prevenir de algunas de las patologías más frecuentes de esta época.

Comenzando por una de las afecciones más comunes entre los bañistas de playas y piscinas, la otitis suele ser un quebradero de cabeza para padres e hijos cada verano. Según indica la Sociedad Española de Otorrinolaringología, la otitis es una infección e inflamación del epitelio que recubre el conducto auditivo externo. Esta infección tiene una mayor prevalencia en aquellas personas que tienen una sudoración excesiva y los niños, al pasar más tiempo en el agua y contar con conductos del oído más pequeños. Entre los principales síntomas, se encuentra dolor y molestias al masticar o bostezar, sensación de taponamiento de los oídos, pérdidas de audición leves, o percepción de humedad con supuración, y el tratamiento más común suele ser a través de gotas antibióticas-corticosteroideas y antinflamatorios. Para prevenir la otitis en verano, la SEORL emite una serie de consejos, entre los que destacan:

  • Utilizar tapones o gorros de baño para evitar que entre agua en los oídos.
  • Reducir el tiempo de baño, especialmente entre la población infantil.
  • Secar la parte externa del oído y la entrada del conducto al salir del agua.
  • No emplear bastoncillos, ni otros objetos de forma similar, puesto que pueden irritar la piel.

Continuando con otra de las afecciones más recurrentes durante la época estival, la conjuntivitis supone una inflamación de la conjuntiva, una membrana mucosa que cubre la superficie del ojo, haciendo visibles los vasos sanguíneos de los ojos, según la Sociedad Española de Oftalmología. Ésta distingue entre conjuntivitis viral, causada por la infección de un virus en los ojos, y conjuntivitis bacteriana, originada por la infección de bacterias. Ambas infecciones son altamente contagiosas, a través de secreciones respiratorias y oculares, contacto de manos, e incluso a través de superficies secas como toallas, utensilios de baño, sábanas o almohadas. Entre los síntomas principales, la Sociedad Española de Oftalmología habla de ardor y escozor de ojo, hinchazón de párpados, secreción en forma de legañas, lagrimeo y sensibilidad a la luz, además de una apariencia rojiza del ojo. Para prevenir el contagio de la conjuntivitis, se recomienda:

  • Distanciarse de las personas que padezcan conjuntivitis, evitando compartir aquello que haya estado en contacto con los ojos, como toallas, o almohadas, así como maquillaje.
  • Lavado frecuente de manos con agua y jabón, o en caso de no disponer de ello, gel hidroalcohólico.

Uno de los temas que más preocupan a los médicos y dermatólogos llegado el verano es la exposición al sol y la falta de conciencia acerca del peligro de la radiación social en la piel. Las quemaduras solares en nuestro cuerpo se repiten año tras año, y son producidas por una exposición excesiva de la piel a los rayos UVB, tal y como indica la Academia Española de Dermatología y Venerología. La AECC advierte que las radiaciones solares tipo B (UVB) y tipo A (UVA) pueden producir mutaciones en el ADN de las células que componen la piel, impidiendo su reparación e iniciando el proceso de carcinogénesis. Para prevenir no solo las quemaduras de la piel, sino enfermedades más peligrosas como el cáncer de piel, en el siguiente post sobre “consejos para proteger a tu familia del sol este verano” encontrarás algunas pautas para cuidar tu salud y la de los tuyos. En caso de tener dudas a la hora de elegir crema solar, en este post explicamos en detalle todo lo que debes saber sobre los fototipos de cada persona, el factor de protección que debemos usar y los tipos de radiaciones.

Por último, debemos mencionar un problema añadido al que hacemos frente cada verano: las picaduras de insectos como mosquitos suponen una auténtica molestia en quienes las sufren, causando hinchazón, dolor, irritación y en algunos casos reacciones alérgicas. Evitar rascarse, o aplicar frío en la zona afectada, son algunos de los consejos que compartimos en la entrada “cómo aliviar una picadura de mosquito”. ¡Disfruta del verano cuidando de tu salud!

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