En las últimas horas hemos sido testigos de cómo el consumo de medicamentos infantil en España se ha puesto entredicho. Investigadores valencianos de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) han hecho público esta semana un informe global sobre la prescripción de antibióticos en niños, cuyas conclusiones han están dando mucho que hablar.
Los niños españoles reciben una media anual de 1,5 antibióticos durante sus dos primeros años de vida, es decir, un 50% más que los de otros páises desarrollados como por ejemplo los estadounidenses o los alemanes.
Según advierte el director científico de Fisabio, Javier Díez-Domingo, «han aparecido ya bacterias resistentes a todos los antibióticos conocidos, lo que está poniendo a la población en una situación comprometida».
Los antibióticos son la terapia más comúnmente prescrita en población pediátrica. Y actualmente España es, junto con Rumanía, Croacia, Bulgaria y Eslovenia, uno de los países de la Unión Europea con mayor resistencia a antibióticos.
¿Estaríamos más sanos con menos medicamentos?
Como padres, sabemos que es habitual que, si acudimos al médico con alguno de nuestros hijos enfermo y no nos recetan antibiótico, nos quejamos e insistimos ante el temor de volver a los dos días de nuevo a la consulta por el mismo motivo. ¿Qué padre no desea que su hijo se recupere lo antes posible?
Pero está claro que esta presión social hace cada vez más necesaria una «concienciación» sobre el uso de antibióticos, y aquí es donde el papel de los pediatras y los farmacéuticos juega una labor fundamental, principalmente mediante la educación sanitaria con el objetivo conseguir reducir la prescripción de fármacos a menores o, al menos, de evitar un indeseable abuso.
Según añade Díez-Domingo, «existe todavía una falsa creencia de la bondad de los antibióticos, y lo que se está viendo es que su uso inadecuado lleva a más problemas que beneficios. Debemos dejar de pensar que el antibiótico es la panacea; es bueno en escasas ocasiones y si consumiéramos menos estaríamos mucho más sanos».
Son muchas las dolencias que pueden tratarse con remedios naturales y con terapias médicas que no implican el consumo de medicamentos. Sin ir más lejos, ¿sabías que la Fisioterapia puede evitar que se acumule la mucosidad?.
El objetivo fundamental de esta especialidad es eliminar las mucosidades que existen en el árbol bronquial, por lo que es idóneo para los más pequeños, ya que se consigue que los niños inhalen una mayor cantidad de aire y obtengan una mayor potenciación de la musculatura respiratoria, evitando así tener que recurrir a medicamentos.
En resumen, sabemos que cuando se trata de la salud de los más pequeños siempre tendemos a pensar que la solución más rápida es la más eficaz, pero tal vez, la próxima vez que el médico de tu hijo no le recete nada piensa que podría estar haciéndoos un gran favor, tanto a ti como a él. No obstante, lo primordial es dar credibilidad al criterio del facultativo. No en vano acudimos a ellos porque son los profesionales en este campo.
Y tú, ¿con qué frecuencia sueles acudir a los antibióticos como remedio cuando alguno de tus ‘peques’ cae enfermo? ¿Qué remedios naturales conoces para atajar alguna de las dolencias infantiles más habituales? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
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