Es una costumbre española desear “que no nos falte salud” y más de uno recordará aquella canción que hablaba de las cosas esenciales en la vida: “salud, dinero y amor”. En cualquier caso, vivimos en una época en la que la mayoría de la gente ha llegado a tomar conciencia de que ha de cuidarse para tener mejor salud y ser así más longevo.
Cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, como conmemoración de la fundación de la Organización Mundial de Salud, allá por 1948. ¿Cuál es el objetivo de una efeméride como esta?
“Hablemos de la depresión”
Cada año, como suele ocurrir con los días mundiales de los organismos provenientes de las Naciones Unidas, existe una temática por la que concienciar al público en general y animar a los estados miembros a tomar medidas específicas para paliar esas enfermedades o dolencias. En este día dedicado a la importancia de la salud, en el caso de 2017, el lema de la campaña es “Hablemos de la depresión”.
Esta enfermedad mental se caracteriza por la incapacidad de salir de un estado de tristeza permanente y la pérdida de interés de las actividades que causan disfrute, así como por las cotidianas. En el peor de los casos, suele conducir al suicidio, que ya ha pasado a ser la segunda causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 y 29 años.
Por lo tanto, esta cita se convoca con el objetivo de que exista una mayor comprensión de la depresión como enfermedad: se puede prevenir y se puede curar. Pese a la alta incidencia de las enfermedades mentales en el siglo XXI, todavía se puede hablar de cierta estigmatización, lo que lleva a los pacientes a guardarse sus problemas y todo ello deriva en que no busquen ayuda especializada.
Concienciación pública y más ayuda
La Organización Mundial de la Salud quiere lograr este año que el número creciente de afectados por la depresión no solo pida, sino que obtenga ayuda. En todo el mundo sigue siendo difícil abordar el tema de las enfermedades mentales y esto es un obstáculo para el primer paso: pedir ayuda. De ahí que el lema de este año sea “Hablemos de la depresión”.
Los grupos de riesgo para la enfermedad, aunque ataca a personas de toda edad, sexo o condición social, son sobre todo tres:
- Jóvenes de 15 a 24 años
- Mujeres en edad de procrear, especialmente tras el nacimiento de un hijo
- Personas de edad avanzada, mayores de 60 años
El mero hecho de hablar con una persona de confianza, eliminando las barreras del temor a expresar en voz alta síntomas de la depresión, puede ser un primer paso para el proceso de mejoría. Más tarde, con la ayuda de un especialista, se puede tratar de manera eficaz mediante terapia conversacional y medicamentos antidepresivos.
¿Cómo crees que se está afrontando el problema de la depresión? ¿Qué medidas crees que podrían mejorar? ¡No olvides compartir con nosotros tu opinión en los comentarios y suscribirte a nuestro blog!
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