null 400 años de Cervantes y Shakespeare en el Día del Libro

400 años de Cervantes y Shakespeare en el Día del Libro

El amor que la humanidad ha sentido a lo largo de la historia por el libro es la expresión de la magia y la satisfacción que dan el hecho de saber, de aprender, de conocer, de entender. Que, desde su inicio en 1995, más de 100 países celebren hoy el Día Mundial del Libro con gran éxito de público nos da una idea del valor que la humanidad pone en el conocimiento, el pensamiento y la imaginación. Este año, además, el 23 de abril marcará el cuarto centenario de las muertes de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, que murieron en torno al mismo día.

Desde los primeros papiros en el 4.000 a.C. hasta el uso del pergamino en el 300-400 d.C. y la invención de la imprenta de tipos móviles de Gutemberg en 1449, la humanidad tuvo que apoyarse durante siglos en la memoria para recordar poemas, hechos e historias. El propio Sócrates, allá por el 399 a.C. ya argumentaba que la escritura dañaría a la gente al debilitarles la memoria.  Pero, afortunadamente, los beneficios que hemos obtenido de una gran industria editorial han superado con creces la reducción de nuestra capacidad memorística. El libro, tal y como lo conocemos hoy (y al margen de la revolución digital a la que se enfrenta con el libro electrónico) apareció por primera vez en torno a los años 100 y 300 d.C., con la aparición de los códices. Consistían en un grupo de pergaminos planchados y cosidos entre sí.

Pero las celebraciones de la lectura y el libro tienen una larga tradición que refleja este amor constante y sed por el conocimiento. Los propios griegos ya tenían concursos de poesía en la era Arcáica, en los que honraban a los dioses. Pero es en 1923 cuando la Cámara del Libro de Barcelona propone dedicar un día anual a la Fiesta del Libro. Tres años después, el rey Alfonso XIII firmaría el decreto que daría inicio en España a la fiesta. En 1930, se decidió cambiar la celebración del día del supuesto nacimiento de Cervantes (7 de octubre) al de su muerte.

Pero aún queda mucho por hacer. La UNESCO nos invita a celebrar el día de 7 maneras diferentes, para promover el acceso de quienes más lo necesiten al conocimiento, empezando por los niños. Es particularmente importante, recuerda la organización, trabajar para la diversificación de contenidos móviles. Y, por supuesto, regalar libros a todos aquellos que queramos (y tal vez también a quienes no nos caiga demasiado bien).

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