Recientemente celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente y hoy, 17 de junio, se celebra un día internacional íntimamente relacionado: el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Este es un problema para el que la sociedad española está particularmente sensibilizada pues, según Ecologistas en Acción, el 40% del suelo español está amenazado por procesos de desertificación. La sequía ha sido una preocupación constante de la que surgieron soluciones como los trasvases de agua de regiones más húmedas a otras más secas.
El eslogan de este año para esta cita proclamada por Naciones Unidas es: “Proteger el planeta. Recuperar la tierra. Participación de la gente”. En casos como este no solo es importante la concienciación de la sociedad o las medidas y políticas adoptadas por los gobiernos, sino que la clave está en el comportamiento de cada uno y la colaboración para mantener dos bienes que nos son esenciales: el suelo y el agua.
El problema de la desertificación tiene graves consecuencias que afectan a numerosos campos. Principalmente, más de 2.600 millones de personas viven de la agricultura en la Tierra. Por otro lado, Naciones Unidas avisa que el 74% de los pobres del mundo viven en zonas directamente afectadas por la degradación del suelo. Por lo tanto, podemos imaginar que un desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza son complementarios en la búsqueda de acciones que nos ayuden a mejorar el medio ambiente y evitar la desertificación.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Uno de los factores clave a la hora de luchar contra la desertificación es cuidar las zonas forestales. Es importante, si vas al campo, controlar los residuos que generemos para evitar incendios. Es especialmente relevante vigilar los envases de cristal y aquellos no biodegradables, que pueden significar un daño muy grave para los bosques.
Asimismo, es muy importante el respeto al agua en países como el nuestro. Sobre todo en verano y épocas de mayor calor. No dejar el grifo correr cuando fregamos, las duchas cortas o el riego responsable de nuestras plantas son algunas de las medidas que podemos tomar en casa si queremos aportar nuestro granito de arena en la lucha contra la desertificación.
Protejamos el planeta, recuperemos la tierra
Muchas vías de concienciación para el respeto por la Naturaleza confluyen aquí. En el mensaje del Secretario General de Naciones Unidas hay hechos resaltados como que el 12% de la producción mundial de alimentos podría perderse si no atajamos la degradación del suelo de la Tierra. Imaginemos por un momento el impacto que esto podría tener sobre la economía de algunos países en vías de desarrollo. Por supuesto, en la búsqueda de un desarrollo sostenible en el que el respeto al Medio Ambiente y la erradicación de la pobreza destaquen, es obligatorio tomar conciencia de la relevancia de evitar la sequía y la desertificación.
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